martes, 31 de mayo de 2011

Abandonando la vanguardia

LA PINTURA EN LA ETAPA DEL REALISMO SOCIALISTA

El golpe de estado bolchevique que llevó al poder a Lenin tras la Revolución de Octubre de 1917 produjo una verdadera desbandada entre la intelectualidad rusa, enemiga de la autocracia pero liberal. La victoria de la Revolución rusa proporciona una excusa para el “progreso” en el arte, y la revolución artística tendrá su forma más aguda en las artes plásticas. Hubo un fuerte rompimiento con la tradición con las normas habituales por artistas como Yakulov, Tatlin, Malevich y Kandinski. Estas nuevas formas supusieron el desarrollo de programas estéticos para una élite, por lo que la vanguardia artística quedó alejada del propósito inicial de acercar el arte al pueblo, porque el pueblo no lo entendía ni le llegaba el mensaje. Muchos artistas aceptaron las recomendaciones del partido y buscaron el contacto con la realidad revolucionaria.  Los artistas del llamado “frente de izquierda” pretendían crear un arte unido a la vida, dirigido a la masa y con ansias sociales, y esto le distinguirá de la vanguardia occidental.
Cuando terminó la guerra civil rusa (1918-20), Rusia emprendió el restablecimiento de la economía nacional y después su reconstrucción por cauces socialistas y comenzaron con el trabajo cultural determinando los caminos que se debían seguir. 

Durante los años de 1921 a 1932, el arte tuvo como objetivo transformar las masas populares en objeto y sujeto del arte. La vida y los destinos de esas masas se convirtieron en el tema fundamental de la pintura. Se procuraba que el arte girase en torno a ellas y fuera también para ellas, de ahí el tono ilustrativo de esos años. Hay un viraje hacia el realismo promovido por la búsqueda de la comprensión de los procesos sociales y psicológicos de las personas bajo la nueva concepción del mundo tras la revolución. La fotografía fue el medio artístico por excelencia, demostró convincentemente que se trataba de un arte radical y técnicamente avanzado, muy adecuado para documentar la magnitud y la vitalidad del desarrollo económico y sociopolítico. Los logros contemporáneos del cine constituían un ejemplo de cómo convertir la imagen fotográfica en un lenguaje moderno visualmente efectivo. Producción artística basada en el “hecho verdaderamente experimentado de una participación auténtica”. Por ello los fotógrafos soviéticos viajaron a diversos lugares de producción en el proceso de reestructuración industrial. Principales representantes: Klutsis y Valentina Kuláguina.
          
El primer movimiento fue una mirada hacia el primer realismo del siglo XIX, pero tomaron un camino diferente. Hay que tener en cuenta que en estos años el 85% de la población era campesina y analfabeta, y había que mostrar el mensaje de forma comprensible para todos ellos.
            En 1921 se fundó en Moscú la Asociación de Artistas de la Rusia Revolucionaria, basándose en las tradiciones del realismo del siglo XIX. Pintaban principalmente cuadros de género o históricos sobre el presente y el pasado revolucionario del país. Pretendían ante todo atraer a las masas con su arte y despertar en el pueblo el interés por la pintura. Querían ser “accesibles”, con simplismo en el lenguaje de las formas y meticulosidad en la expresión de los acontecimientos.
Realizaron numerosas exposiciones por todo el país. En su pintura pretenden llevar a cabo una descripción realista de la Rusia revolucionaria, mostrando la vida cotidiana del proletariado, el campesinado y el Ejército Rojo. Ponen su arte al servicio de un realismo heroico que prefigura el realismo socialista. Mediada la década de los veinte, la AkhRR –siglas en ruso de esta Asociación- se convierte en el núcleo artístico más influyente de toda Rusia gracias al apoyo directo del gobierno, contando con afiliados en todo el país, con una editorial propia llegándose a crear en 1928 una filial en Berlín.












Pintura

A continuación, a través de únicamente imágenes mostraremos los cambios y la evolución de la pintura en la época revolucionaria.


Neoprimitivismo


Larionov, 1912



Larionov, 1912



Larionov, 1912



Larionov, 1912


Malevich, 1912





Matiushin, 1917


Matiushin, 1918


Goncharova, 1909





Futurismo

Goncharova, 1913

Malevich, 1912


Popova, 1913


Rozanova, 1913






Rayonismo
Goncharova, 1915


Larionov, 1913



La fotografía en las Vanguardias Rusas

Para poder hablar sobre la fotografía del período revolucionario y soviético de 1900 a 1930, hay que resumir de alguna manera la fotografía rusa anterior a ésta.
En Rusia la fotografía fue conocida apenas unos meses después del informe que se leyó ante la Academia Francesa de las Ciencias en el que se mostraba el nacimiento de la fotografía. La primera fotografía rusa que se conserva data de octubre del 1839 cuando el coronel ruso Teremin fotografiaba la catedral de San Isaac en San Petersburgo. Ese mismo año aparecieron en Rusia dos pequeños volúmenes en los cuales se describían los principios básicos de la técnica fotográfica.

Mucho más tarde, a finales de siglo XIX, se creó la en Moscú la “Sociedad Rusa de Fotografía” (R.F.O.) y en San Petersburgo la sección fotográfica de la “Sociedad Rusa de la Técnica”. Ambas instituciones ayudaron a desarrollar la el arte de la fotografía. De hecho, la “Academia de las Bellas Artes” incluyó a la fotografía como un arte plástica más, así, los fotógrafos tenian el mismo derecho que los demás artistas a organizar exposiciones.

La revolución en Rusia provocó que la fotografía en Rusia no siguiera su evolución “libre”. A finales de 1920 y en la mayoría de los discursos de revolucionarios, la fotografía deja de ser un arte libre, pues los comunistas veían en ella una fuerte unión con la palabra impresa y también eran conscientes del gran poder que poseía. En 1918 Lenin no sólo escribió que “la cinematografía y el circo son las artes más importantes para nosotros”, sino que en las conversaciones con sus colaboradores, afirmó en repetidas ocasiones que la fotografía, no podía convertirse en arte puesto que se basaba en el reflejo mecánico de la realidad. En un país como Rusia donde más de la mitad de la población era analfabeta, se entendiendo este interés por la fotografía como herramienta ideológica y no como arte.

En 1920, existían en Rusia los pictorialistas (artistas fotógrafos rusos). Artistas famosos de la época prerrevolucionaria y sus jóvenes discípulos siguieron exponiendo en muestras fotográficas internacionales en el extranjero para mostrar la ausencia de represión por motivos ideológicos en la Rusia Soviética. Pero a finales de la década de 1920 el pictorialismo dejó de ser considerado el estilo representativo de la época tras otras tendencias más modernas.

En general, antes de finalizar la NEP, se pudo desarrollar en cierta manera el arte fotográfico. En 1928 apareció un gran diferencia: los pictorialistas fueron acusados de defender los valores y la filosofía de los burgueses y propietarios privados, pues mostraban en sus fotografías paisajes que eran opuestos a la política de organizar a los campesinos en granjas colectivas. También aparecieron más críticas, de esta manera no se alargó la inscripción de los fotógrafos artistas en el registro de asociaciones y la revista que les representaba se cerró. Algunos pictorialistas fueron objeto de represión de 1935 a 1937, lo que acabó comprometiendo el pictorialismo a ojos de los críticos y los espectadores.

La fotografía constructivista se convirtió en la siguiente víctima de la lucha librada de 1928 a 1935 por la pureza ideológica de la fotografía. Los fotógrafos representantes de dicho movimiento –entre los cuales encontramos a Alexander Rodchenko, Boris Ignatovich, Eleazar Langman, Semyon Fridlyand, Arkady Shaikhet y otros– provenían de diferentes agrupaciones artísticas y fotográficas y procedían de distintos entornos sociales y educativos. Todos tenían en mente el deseo de cambiar las normas establecidas y mostrar una nueva manera de ver la realidad socialista.Así pues con los marcados escorzos (un cuerpo en posición perpendicular a nuestro nivel visual) de Rodchenko o la distancia mínima entre la lente y el objeto de Langman se construía un nuevo lenguaje fotográfico antes visto.

Todos estos fotógrafos creían sinceramente que debían expresar la “nueva verdad”. Tras la exposición Maestros de la fotografía soviética de 1935, muchos de estos fotógrafos ya aparecieron en la prensa nacional y algunos de ellos modificaron, en cierta forma el estilo de su obra. Por suerte, algunas publicaciones ilustradas, como la revista Ogonyok (que se fundó en 1899 y reapareció en 1921) y La URSS en construcción (fundada en 1931) dieron trabajo a fotógrafos de las más diversas escuelas.

Es importante constatar que toda la sociedad se vio metida en el proceso de separación de los revolucionarios radicales de los “verdaderos comunistas” leales a las autoridades, lo que llevó a una gran represión durante la década de 1930



Fotografías de Boris Ignatovich. 1927-1937











Fotografías de Alexander Rodchenko











No lo esperaban




La pintura era la última de una serie de pinturas del artista fieles al movimiento ruso revolucionario. Aquí Illya Repin representó la vuelta inesperada a casa de un exilio político. Encontramos diferentes reacciones como la incredulidad  (la criada en la puerta), la precaución (la niña detrás de la mesa) a un arrebato de alegría (la esposa asentada en el piano y el muchacho en la mesa) y el choque moral expresado en el la figura encorbada de la madre. Los cuadros sobre la pared - Gólgota,El  Emperador Alexander sobre su féretro de entierro, los retratos de T.G. Shevchenko y N.A. Nekrasov explican los hechos ocurridos y resume la atmósfera espiritual e intelectual de la casa de esta familia de que pertenece a la intelligentsia.

domingo, 22 de mayo de 2011

ЛЕФ

LEF ("ЛЕФ") fue la revista del Frente de Izquierda de las Artes ("Levyi Front Iskusstv" - "Левый фронт искусств"), una amplia asociación de escritores, fotógrafos, críticos y diseñadores de vanguardia en la Unión Soviética. Tuvo dos períodos, uno de 1923 a 1925 como LEF, y luego, de 1927 a 1929 como Novyi LEF ('Nuevo LEF'). El objetivo de esta publicación, como se señaló en uno de sus primeros números, era "reexaminar la ideología y las prácticas del llamado 'arte izquierdista', y abandonar el individualismo para acrecentar el valor del arte para el desarrollo del comunismo".






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